DIATERMIA

La diatermia es la aplicación de campos electromagnéticos de una frecuencia de 0.3 a 1 MHz con una potencia variable, lo que contribuye a la relajación de los músculos y alivia la sensación de dolor. Esta energía provoca desplazamiento de cargas iónicas en los tejidos.

La señal electromagnética, es transportada al tejido por contacto directo, produciendo una movilización de cargas eléctricas presentes en nuestro cuerpo.

Su aplicación, en base a la cantidad de energía que suministremos al paciente, puede ser, Térmica (Presencia de Calor) o Atérmica (Ausencia de Calor). El calor incrementa el flujo sanguíneo provocando los beneficios altamente conocidos de dicho efecto (vasodilatación, aumento de la permeabilidad capilar…) pero tanto en presencia como en ausencia del calor se van a obtener otro beneficios, como la estimulación celular, regulación el pH, disminución de edemas…

Existen 2 tipos de diatermia:

  • Diatermia capacitiva: Trabaja más a nivel superficial, principalmente la piel y la grasa; así como los que mayor vascularización tienen (y agua) como son los músculos.
  • Diatermia resistiva: Penetra profundamente en el cuerpo; así como sobre los tejidos menos ricos en agua (menos vasculamrizados) como son el sistema nervioso, los ligamentos, tendones y huesos.

Podemos decir que la Diatermia tiene diferentes efectos clínicos como el aumento de la temperatura de los tejidos superficiales y profundos, estimulación de la circulación sanguínea, aumenta el metabolismo celular, entre otros.

Es un buen complemento a la terapia manual, ya que durante la aplicación podemos aplicar técnicas de masaje “más tradicional”. Muy útil en tratamientos de rehabilitación posteriores a cirugías así como su gran aplicación en deportistas tras grandes esfuerzos para acortar los tiempos de recuperación.